
Mon Dieu!!Elles vont chanter!! Et elles croient qu´elles vont le faire mieux que nous? Hahaha...
http://www.youtube.com/watch?v=vYq9-Qhz8Aw
The musical war has begun!! Who will win??




Could it be a revenge? Oh no!! Baby I swear is deja vu...
And by the way...THANK YOU!!! For this great series and so many happy moments watching it together...I´m talking to you, best friend of mine, one of my happy three friends.
Y pensando en Gosford Park, de camino a casa suena la maravillosa My Funny Valentine, lo que me recuerda a la antológica escena en The Company, obra de arte en la que Robert Altman nos introduce en los entresijos de la Joffrey Ballet de Chicago, con una Neve Campbell absolutamente fascinante, bailando con una entrega, un sentimiento y una emoción única. Momentazo precioso con el que os dejo... hasta mañana. Good night, my darling readers!!
Y por el mismo precio, mi otra escena más favorita de la peli... Julee Cruise cantando y Emily Patterson en el columpio. Momento fantástico, surrealista, onírico, de una perfección conmovedora... La danza es maravillosa... Y Robert Altman un genio, con una personalidad arrolladora y un talento desbordante... Prometo seguir recordándolo en Youkali... Muchas películas más de él merecen homenajes...
Fantástica película que desborda honestidad, optimismo, luz y frescura por todos sus poros. Porque en Shortbus, si se va la luz... Se encienden velas. Porque suceda lo que suceda en este mundo lleno de miedo, cuando parece que hemos perdido el rumbo, cuando las catástrofes nos descolocan y nos sacan de nuestra burbuja de falsa seguridad, cuando nos sentimos indefensos... Podemos ir a Shortbus, el lugar donde se es perdonado, donde no eres juzgado... Un lugar donde se habla de arte, de amor... y de sexo. De sexo como lo que es, como esa maravilla que nos une, que nos hace conocernos, querernos, disfrutar... El sexo que hace que la luz vuelva a nuestros hogares. El sexo como expresión del amor, y no como un amor estrictamente sentimental o de pareja, aunque también como ese... Shortbus es un reflejo de la sociedad americana tras el 11 de septiembre y como ante el miedo, existe el optimismo y la esperanza, ante la guerra esta el amor (y el sexo). De lo que nos enriquecen los demás, y el diálogo entre nosotros, con total sinceridad. Un canto a la apertura total de la mente, a la exploración de la sexualidad sin ningún tipo de tabú ni puerilidad... Es además una película divertidísima, llena de ingenio. Habla de las dificultades de las relaciones personales, habla de la incomunicación pero a la vez de la incomunicación que se da al hablar sin decir nada, de esta sociedad que observa en lugar de lanzarse a vivir, la sociedad del reality, como tan magistralmente se refleja en esta película con un fino sentido del humor... Personajes sin rumbo, con dudas, con temores, pero con unas ganas irrefrenables de vivir... y de follar. No existe nada igual, y lo reúne todo. Shortbus es única y perfecta, atrevida, dinámica, artística, inteligente, llena de espontaneidad, dulzura, picardía... Fantásticos personajes como la dominatrix, el modelo-cantante, el alcalde, la sexóloga preorgásmica, Justin Bond... Momentos impagables como ese prólogo concebido como un gran acto sexual a múltiples bandas que nos presenta a los personajes a través de las ventanas de Nueva York, en su intimidad sexual, adentrándonos dentro de un cuadro pastel de la ciudad; el fantástico final, cada escena en Shortbus, las conversaciones en la cabina oscura entre la dominatrix y la sexóloga, y esa gran escena repleta de ironía y mala leche, pero a la vez una sana espontaneidad que es el trío gay cantando el himno americano en plena faena... Nunca se ha dicho tanto, sin decir nada, mediante una provocación nada gratuita y con tanto sentido del humor.

Os presento a Erika. Ella es pianista. Y lo que va a hacer segundos después de esta foto nos deja a todos los que hemos visto la película, absolutamente aterrorizados. Erika es una mujer que ha vivido toda su vida obsesionada con alcanzar la perfección.Es especialista en Schubert, nadie lo toca como ella. Como dice, Schubert no se toca de fuerte a suave, sino de grito a susurro. No basta la técnica. Hace falta algo más. Y Erika ha dedicado toda su vida a poseer ese algo. Cerca de la cuarentena, vive con su madre, manteniendo una relación de lo más compleja, ella ha crecido sometida a su voluntad, y vive constantemente vigilada, como si todavía fuera la niña que debía volver a casa tras las clases de piano. Entre ellas existe una relción amor-odio, que abarca todo el amplio espectro de ambas emociones, sobre todo ahondando en la visceralidad de dichos sentimientos.
La perfección ha deshumanizado a Erika. Ella no conoce más que el mandar y ser sometida, el obedecer y acatar. Solo ha vivido lo académico ya sea como alumna o hija dependiente de su madre, o como profesora o hija de la que su madre depende. No tiene vida emocional, los hombres no han tenido cabida en su vida. Su vida sexual incluye el voyeurismo, las autolesiones y el sadomasoquismo. Es maravilloso como cada escena, a pesar de su provocación, está totalmente al servicio de la naturaleza del personaje, un personaje, que cuando intenta relacionarse con alguien, ya sea madre, compañeros o alumnos, los resultados son los de una auténtica depravada. Y si no, trata al mundo con gelidez y distancia. Una persona que solo ha conocido el sacrificio, el castigo, la disciplina férrea. Una persona que sabe lo que cuesta ser única, y que luchará, no importa cómo y sin ponerse límites, por ser "la especialista en Schubert", aunque tenga que dar rienda suelta a toda la maldad que posee. De pronto, un chico se obsesiona con ella, se apunta a sus clases, la intenta seducir... Pero él no sabe a qué clase de persona está seduciendo. Lo que sucede a partir de entonces marcará las vidas de ambos. Pues Erika es una persona que ha reprimido infinidad de deseos, y esa represión, hará que la salida de todos sus deseos al exterior, al mundo real, sea desbordante y enloquecedora, resultando algo que nuestra hipócrita sociedad tal vez no esté preparada para asimilar. Porque esta vida sin amor, sin afecto, sin cariño ni exteriorización de las emociones ha convertido a Erika en una perturbada. Y su comportamiento genera repulsión, odios pero a la vez una atracción irremisible y enfermiza. Porque Erika es fascinante en su monstruosidad. El retrato que nos ofrecen Huppert y Haneke, mano a mano, es estremecedor, asombroso. Y obviamente, cuando Erika intente sentir, acercarse a los demás, los resultados serán frustrantes, y el final, tan demoledor, oscuro y salvaje como la propia naturaleza de Erika. Una película maravillosa, perfecta y aterradora, una joya de Haneke que vuelve a hablarnos de sus obsesiones, del alejamiento de la conexión emocional entre las personas, y a dónde puede llevarnos eso: a comportarnos como animales. La incapacidad de amar de los seres humanos, de sentir, de relacionarse. La deshumanización de la sociedad occidental. Occidente como una fábrica de monstruos, pero sin ese tono de culpa autoindulgente, sin ningún tipo de concesión. Fascinante la manera de abordar la violencia, el sexo, la apatía. Sin embargo, soy incapaz de ver a Erika como a un monstruo, sino a una víctima que pelea por vivir. No sé por qué considero que los monstruos son el resto. Tal vez deba dejar de tocar a Schubert.





The Poet: Intellectual, direct to the audience, philosopher and metaphysical, talking with aphorisms. Ben Wishaw adds rationalism to his natural romanticism and the portrait is fantastic, to me the most mysterious of the six. I miss more screen time, though.
The Prophet: mystical, hurt, committed, musical, political, pure scent of folk. In a few minutes and a fantastic song (and two more with Dylan´s voice), Christian Bale touches our heart with his sensitivity and gives us the Dylan with faith in a better world, the Dylan who wants to change things., who believes in his art.
The Ghost: ironic, drug-addict, psychedelic, cynical, conformist, successful. Cate Blanchett portraits, the Dylan most criticized, the most surrealistic, the Dylan who "sold himself"... the Dylan most funny too. Her work is awesome: she is Bob Dylan. Incredible voice.
The Fugitive: Nostalgic, melancholic, sad, alone, quiet... The village one. Richard Gere has the most bizarre fragment, people may say it´s boring, I think it´s slow but with a lot of peace and with so much symbolism... I´ve liked it a lot, all these animals around the country, the giraffe... And the best musical number, the funeral scene, is in this part too.
The Electric Star: Famous, egocentric, selfish, sexist, hyperactive, art-loving, familiar, negligent. Heath Ledger is the actor who plays Bale´s character in a film. Fantastic idea, the actor is also a part of the artist´s personality. And one of the best parts. Thanks to Heath, but the star of this fragment is another person...
The Fake:Mature, rogue, traveler, liar, chatterbox, witty, precocious... Fantastic Marcus Carl Franklin, themost surprising of all Dylans, he is gorgeous talking about liquor and alcoholism, borken hearts, his experiences playing the guitar with famous musicians... A source of wisdom and wit. The discovery.